Homenaje a las tareas de la casa que forman parte de nuestras vidas, odiadas tantas veces pero que, incluso, ayudan a desconectar del día a día (en ciertas ocasiones). Quitar el polvo, barrer, fregar, poner lavadoras, planchar... ¡Y qué gustazo cuando lo tienes todo limpio, te pegas una ducha y te sientas en el sofà después de dos horas "dale que te pego"!
Así pues, hoy he sido como la dulce Blancanieves mientras los enanitos trabajaban. Pero en lugar de silbar he escuchado música (más moderno), y siete hombrecillos hambrientos no han llamado a mi puerta después (aunque si fueran del cuerpo de bomberos, tampoco me importaría :P).
Silbando al trabajar
Cualquier que hacer
Es un placer
Se hace sin pensar
Se entona una canción
Y es un gozar el trabajar
Al ritmo de un prensor
Si el cuarto hay que barrer
Escoba hay que tener
Y sin sentir bailando vas
Barriendo al ritmo y al compas
(...)
Hi-ho, hi-ho
A casa a descansar
Hi-ho, hi-ho, hi-ho
Hi-ho, hi-ho
Es hora de cerrar
Hi-ho, hi-ho
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