jueves, 31 de enero de 2013

Diari d'un ou Kinder (queda poc...)

 
Ja va començant el compte enrere... Les amigues, conegudes i familiars van parint i a totes els va bé. M'hi anirà a mi? Sempre li he tingut pànic al moment del part, tot i que ara estic més tranquil·la entre el que llegeixo i m'expliquen. I cada dona és un món. Així que el millor és anar (o intentar-ho) tranquil·la i pensar que els dolors i el que vingui només és per veure-li la carona al teu fill. Totes m'ho diuen: quan te'l posen a sobre, se t'oblida tot. Quines ganes!
Ara per ara, estic gaudint de l'experiència de portar un ésser viu a dins, que es mou, es retorça, et molesta sense voler segons quin moviment fa... Pobret, té molt poc espai! 
El miracle de la vida, la sabiesa del cos humà. No deixarà mai de sorprendre'ns.
 
MSM

jueves, 24 de enero de 2013

Su sombra

Nadie sabía a ciencia cierta quién era, ni tampoco lo que buscaba. Sólo se les aparecía medianoche pidiendo algo de beber y unas galletas saladas. Debía de medir más de metro setenta, a juzgar por aquella espalda encorvada escondida detrás de aquella chupa de cuero, de todo menos moderna. No debería de tener más de veinticinco años y sus lánguidas piernas estaban en el límite de dejar sin aliento o producir dentera.
 
Con el bar a rebosar, sobre todo los días de fútbol, don Anselmo no daba abasto sirviendo mesas. Los clientes amigos se tiraban encima de las tapas como hooligans en celo, mientras que los amigos clientes se lo jugaban todo a la próxima ronda y al “apúntamelo”. Tic, tac, tic, tac. El reloj se acercaba a las doce y el tiempo se detenía para todos los presentes que esperaban expectantes a que sonara la campanilla de la puerta y que entrara la cenicienta de los sueños rotos y el papel carbón. Seguramente, rascando un poco podrían trazar las luces y las sombras de una vida desconocida que parecía llorar lágrimas de cocodrilo y que había crecido con la premisa clara para una mujer como ella: “freír, fregar y follar”.
 
En su media hora de descanso, le encantaba pasearse por el barrio y ver las luces encendidas detrás de las cortinas. Salir a caminar aliviaba sus desvelos y le descubría nuevas historias de gente anónima que despertaba su curiosidad. Subiendo la cuesta de la calle, se dejaba llevar por su maltrecha intuición como una voyeur en la sombra con dotes extraordinarias: desde ver escapar el olor de un pollo asado en la cocina preparando la cena, hasta oír los quejidos del verde chillón de aquella moto cada vez que su dueño hacía resonar el tubo de escape en el garaje. Después, le tocaba el turno a los viejos del bar a los que empezaba a coger cariño, a pesar de no cruzar ni media palabra.
 
MSM (ejercicio Taller de escritura)

domingo, 20 de enero de 2013

Sándalo y jazmín


Sin más dilación, pasaron a los preámbulos. Se convirtió en una cita que culminó en una catarsis de confusión y sábanas en la que se vieron envueltos sin ellos quererlo. La habitación parecía un hervidero de almas deseosas de cariño carnal, después de tantos años de olvido y quilos de malentendidos. Los dos sabían que aquello, en el fondo, no estaba bien. Pero era lo que se encontraron. Era lo que querían.
La ropa se apartó de la escena a los pocos segundos, y dejó paso a las caricias y a las confesiones que, años atrás, habrían cambiado el rumbo de las cosas. No podían apenas articular palabra y dejaron a sus corazones latir al ritmo del vaivén que les llevó directos al paraíso. Sus cuerpos enfundados en una burbuja aislante de cuchicheos, rozaban la perfección en esa comunión de pieles sudorosas en las que se vieron envueltos el jazmín y el sándalo. Ambos recorrían cada rincón del otro tocando botoncitos, jugando al escondite y buscando lugares recónditos con tesoros escondidos. Sus aromas se mezclaban con la atmósfera roja de las luces de neón del burdel de la calle que, frente a la ventana, dejaba escapar otros gritos e insinuaciones no aptos para los más recatados.
 
Se perdieron en cada deseo, se encontraron en cada gemido. Se robaron la inocencia perdida de quién no sabe lo que le viene encima pero más que nadie conoce lo que ha sufrido. El jazmín se agarró con fuerza a la raíz del sándalo, y no lo soltó hasta estar seguro que era suyo y que acababan juntos de la mano ese sendero de pasión y dudas.

A la mañana siguiente, no se acordaban de nada. El sueño había prescrito.

viernes, 11 de enero de 2013

Diario de un huevo Kinder (mes 7)

¡La cosa pinta bien! Tengo un niño que ya pesa 2 quilos y está en el percentil 90, lo que quiere decir que a término de embarazo podría llegar a los 4 quilos. Así que me lo sacarán antes porque si no, voy a parecer el Canal de la Mancha y, para volver a poner toda la zona en su sitio... ¡tela marinera!
La verdad es que ya queda menos y hay muchas ganas de verle la carita. Por el momento, noto sus movimientos y es muy inquieto. Se contorsiona que parece yo qué sé, y algunas veces duele o "da cosa". Es muy gracioso. El milagro de la vida, totalmente.
Entre esta semana y la que viene toca acabar de comprar todo lo necesario que nos falta.
 
MSM