lunes, 27 de septiembre de 2010

Que la esperaba...

Alejada de todo clamor, de todo dolor, de todo recuerdo, Aliena supo al momento que él la esperaba. No necesitó grito alguno para saber que llegaría pronto a su destino. En lo más alto de la catedral, su recuerdo se mezclaba con la gárgola que daba por empezado un nuevo día, un nuevo aliento de aire fresco al que ella se aferró como si le fuera la vida. El pequeño Jack lloraba en su cuna, camino tras camino, legua tras legua, forastero tras forastero, mientras su preciosa madre de larga cabellera le mecía en medio de dulces acordes de amor y recuerdo. Nada importaba, nada tenía sentido nada le estremecía cada vez que en él pensaba. Los murmullos que cada noche la acompañaban era su voz, era su alma, era su amor, que la esperaba.

MSM

Microrelato para el concurso de la serie "Los Pilares de la Tierra" en Cuatro.