viernes, 25 de marzo de 2011

Confesiones de una adicta (capítulo 6)


Adicta a cumplir años, a hacerme mayor inevitablemente con el paso inexorable del tiempo, que me recuerda todo lo vivido y lo mucho que queda.
Adicta a mi Peter Pan, a no querer crecer cuando las velas del pastel aumentan, porque siempre tendremos a Campanilla, que revolotea.
Adicta a mi ángel de la guarda, que no me deja sola ni de noche ni de día, incluso cuando más vulnerable me siento, ahora que los años pasan.
Adicta a los 30, que pronto se acercan, agridulce cifra que me replantea toda entera.
Adicta al paso del tiempo, de los años y de las horas, a los minutos bajo el sol que esperan la primavera.
Adicta al miedo de la palabra "adulta", llena de responsabilidades y decisiones, de preocupaciones y dolores de cabeza.
Y adicta a no tener miedo de crecer sin perder nunca a mi Wendy, volando con la imaginación a todas partes donde los niños de Nunca Jamás lleguan.
MSM