viernes, 19 de agosto de 2011

Querida normalidad


¿Y no es bonito volver y ver que todo, aunque diferente, sigue igual? Y en estos días de calor sofocante y vacaciones, el mundo funciona a medio gas. Barcelona tiene media vida con las fiestas del Barrio de Gracia y los retrasos en la Renfe, mientras los pequeños comercios (los que van quedando) van abriendo poco a poco haciendo frente a las grandes superfícies. Las calles se van llenando paulatinamente de coches que vuelven y maletas arrastradas por transeúntes con destinos finalizados y algunos que todavía están por llegar. Y nosotras, desde la terraza del ático de la escalera izquierda, nos acercamos a la barandilla para gritar que somos felices y que volvemos a reencontrarnos, como en los viejos tiempos. Con nuestras conversaciones interminables, nuestras bromas y cotilletos, nuestros momentos únicos e irrepetibles. Aquellos ratos de amistad sincera tan necesarios de nuestra más querida normalidad.

MSM