viernes, 21 de marzo de 2014

Vintage


Empezaba a sospechar que aquello era un sueño. Las batas blancas iban i venían, las azules paraban a saludarla y las verdes le guiñaban un ojo. Lo último que recuerda fue aquel baile dando saltitos en la puerta del teatro, como si de una gran fiesta se tratara: serpentinas de colores, boinas decorando las calvas más brillantes, tirantes de colores para las camisas más curiosas, flores mezclándose con los mechones más rebeldes, ansiosos por dejarse llevar entre tanta muerte y desolación. La dictadura no podía evitar que aquellos vestidos de lunares revolotearan por todas las calles y plazas al ritmo de "Hit the road Jack" de Ray Charles.
Su sonrisa rosa pálido y sus labios carmín sólo querían bailar, ser swing, ser Lindy.

MSM