lunes, 30 de mayo de 2011

ShakiraColombiaBarcelona


A pesar de la hora y cuarto de retraso, valió la pena. Esa muchacha colombiana que se mueve y se contorsiona de una manera vertiginosa, hizo vibrar el estadio con cada canción. Lo hizo con sus caderas, sus curvas, su torso, su sonrisa pícara... Y su amor por una tierra que, como ella dijo, ya siente suya. Ella sola llena el inmenso escenario; no haría falta nadie más. Ella, con sus letras inteligibles y delante de miles de personas, se hace con todos y cada uno de sus incondicionales. De Barranquilla a Barcelona, este huracán trastocó durante dos horas el corazón de sus paisanos y el de los más mediterráneos, sobretodo, el del número 3. Se mueve descalza por el escenario y se entrega en cada nota, en cada compás, en cada paso de baile, con su voz única e irrepetible. No hace falta decir que este espectáculo hay que verlo, es casi obligación, aunque sea una vez en la vida.

MSM