viernes, 12 de julio de 2013

Extraña pandereta


Encuentro extraño escribir con un solo dedo, por el móvil, mientras mezo a mi bebe de cuatro meses con el otro brazo. Y le calmo. Y le canto. Y es que las vacunas duelen, aunque se sea guerrero pura sangre.
Mienten más que hablan. Gruñen más que gritan. Mucho ruido y pocas nueces para un buen principio y el final previsible de un sociedad abandonada, de un país de pandereta.
Mañana será otro día.

MSM