sábado, 11 de marzo de 2017

Carta de cumpleaños


A mi hijo:

Un día le contaré que cuando tenía un mes de vida, mamá decidió que todo iría mejor por separado con papá. Por desgracia, hay historias así de crudas y reales, que no son lo que una siempre había soñado.

Un día le contaré que sus padres no se quieren, no son amigos; sólo les toca entenderse porque ellos decidieron llevarlo hasta aquí. Así de duro, así de claro. Pero que, a pesar de esta situación que él no ha elegido, sus padres estarán a su lado, cada uno a su manera.

Un día le volveré a pedir perdón por no haberle podido dar un núcleo familiar unido y lleno de amor. De verdad que yo quería, pero fue imposible. A cambio, le explicaré que le he dado una familia que lo ama incondicionalmente, y unos amigos que le quieren igualmente.

Un día le contaré que yo siempre he hecho mucho más de lo que me tocaba para que pudiera ver a su hermana y su familia paterna, que viven a 700 km. Le seguiré recordando que tiene que quererlos mucho aunque no los vea tanto como quisiera porque la familia es sagrada, venga de donde venga. Y eso mamá lo tiene muy claro.


Un día le contaré que, cuando nació, curiosamente, no lloró. Le confesaré que yo tampoco; ya lo había hecho bastante, meses antes pensando en el ambiente familiar que se encontraría al salir.

Un día le contaré que sus dos primeros años fueron muy difíciles para mí. Que me costó mucho aceptar esta maternidad que yo había soñado feliz y en pareja y que acabó rota, traumática, en medio de una separación complicada, de una depresión postparto... y que yo no tuve la paciencia que en aquellos momentos se necesitaba. Le volveré a pedir perdón. No supe hacerlo mejor.

Un día le contaré, por supuesto y en mayúsculas, que los abuelos me ayudaron incondicionalmente a sacarlo a él adelante y a superar esta entrada a la maternidad tan y tan complicada. No se lo podremos agradecer lo suficiente.

Un día le contaré que no tiene fotos bonitas de estudio de cuando era bebé, de esas que todo el mundo hace a sus hijos cuando nacen, porque mi cuerpo y mi cabeza no estaban para fotos. Era un tema muy pendiente que resolvimos hace pocos meses por fin y ahora tenemos un álbum precioso.


Un día le contaré que le pusimos Aníbal porque es un nombre fuerte, potente, con carácter, mágico... como es él. Porque él es un luchador que, con un año, estuvo tres semanas ingresado en el hospital por una infección en la cabeza del fémur. Una infección que sólo supo ver nuestra salvadora con su ojo clínico de pediatra de urgencias. ¡Y está saliendo del todo adelante! Gracias es poco.

Un día le contaré que él es mi todo, mi vida, mi aire, mi dolor de cabeza. Que, como mamá, haré lo que haga falta para que sea feliz, que tenga unos buenos valores, que sea buena persona.

Un día le contaré que siempre somos más fuertes de lo que pensamos y que, cuando la suerte se escapa de nuestro lado, tenemos que hacer caso a nuestra querida Dory: "Sigue nadando, sigue nadando, just keep swimming!". ¡Que mire hasta donde hemos llegado!


Un día le daré las gracias a él, a Aníbal, por hacerme descubrir cosas de mí que yo no sabía que podía hacer. Le diré gracias por hacerme ser la mami que soy hoy.

Un día le contaré que su sonrisa llena de alegría cada día de mi vida.

Un día le recordaré que somos un gran equipo.


Hoy mi pequeño cumple 4 años y no puedo sino dar gracias a mi ángel de la guarda o a quien sea por haberlo puesto en mi camino. Por alguna razón lo ha hecho. Y yo estaré a su lado cada momento hasta que él quiera o la vida me deje.


¡¡FELICIDADES PEQUEÑO ELEFANTE!! ❤️


MSM