domingo, 20 de marzo de 2011

¡Y por fin llegó!


Por fin me despertaste dulce estación,
que todo lo llenas con flores y color.
Color del cielo, color del bosque,
color púrpura de día y noche.

Noche de luna llena,
día de sol radiante,
tarde ámbar en cada piedra,
mañana en cada instante.

Mi querida primavera,
que tus flores llenen jardines,
que tus aguas florezcan
sin dejar nieve en los confines
de aquella tierra que tiembla
y que todo lo destruye,
de los países que están en guerra.

Quédate conmigo y nunca te vayas,
a tu vera podré creer en el dicho
de que la sangre alteras,
y así esperar con los brazos abiertos
al verano, remolón, que nos espera.

MSM

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