El niño creció y se convirtió en personaje. El personaje, en leyenda. Y la leyenda en mito. Con el transfondo de los rumores y las especulaciones sobre su muerte (en duda, según algunos), me atrevería a asegurar que MJ casi no tuvo detractores. Está claro que será siempre el Rey del Pop y así lo han constatado multitud de homenajes realizados desde que partió para siempre. Sus canciones pegadizas, con mensajes tan claros como directos, su fisionomía perturbadora y sus movimientos revolucionarios e imitados por muchos, le hicieron único.
Así quisieron agradacérselo en el espectáculo Forever Kinf of Pop que, después de pasar por las principales ciudades del país, está recorriendo mundo. Y con éxito asegurado, ya que es increíble: sin un hilo argumental, dos presentadores hacen de maestros de ceremonia y van repasando la vida y milagros del niño que fue y lo que quiso transmitir al mundo. Unas voces absolutamente espectaculares, algunas calcadas al original que, si cierras los ojos, te hacen creer que verdaderamente es MJ quien está en el escenario. El imitador oficial mundial del Rey del Pop, unos bailarines ejecutando a la perfección sus coreografías, un coro de gospel, fuegos artificiales, música en directo...
Un espectáculo imprescindible para cualquiera que alguna vez haya bailado con Thriller o Smooth Criminal. Lo vi dos veces, y hubiera repetido. Ojalá vuelva.
MSM
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