jueves, 28 de octubre de 2010

Depilación láser: para presumir hay que sufrir












¡Qué gran invento! Tan insignificante pero un pelín doloroso. La experiencia ha sido en tres dimensiones (por las gafas que me han puesto, digo) y muy ràpida. Un "aquí te pillo, aquí te mato", sin problemas. Aunque he aguantado la respiración en algún momentillo, mientras iba oliendo a pelo quemado y veía de refilón el humo, como si de una barbacoa se tratara. Ha sido divertido. Y la chica muy maja.

Muchas amigas mías se la han hecho; yo no podía ser menos. Aunque de peluda no tengo nada, oye. Por eso he tardado tanto en ir, seguramente. Ya de siempre me llamaban "culo de bebé". Pero bueno, siempre hay zonas que pulir; ¡como la vida misma! 

Ahora me toca volver dentro de mes y medio, y así durante cinco veces. Y apoquinando, eh? Que... "deu ni do". Y en verano, ¡pelos fuera!

Todo sea por estar guapa y al día. Cómo bien dicen "Para presumir hay que sufrir". Así que chicas, ya sabeis: aplicarse el cuento.   

No hay comentarios: