Adicta a mis ratos muertos, a los libres y los perdidos, porque están ahí aunque yo no quiera.
Adicta a mis momentos vacíos, en los que leo libros o me pierdo en mis pensamientos.
Adicta a los días de vacaciones, tan ansiados y tan queridos, tan odiados cuando son rutina.
Adicta al calendario de marzo, porque siempre habrá una semana como preludio del verano.
Adicta al paso del tiempo, porque en nada volvemos a festejar y a regalar rosas rojas y libros.
Adicta a estos días en los que harías tantas coses que no puedes, porque tu razón te lo impide.
Adicta a la Semana Santa en la que aprovecho para hacer y deshacer a mi antojo, porque nunca falta a su cita.
MSM
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