martes, 1 de febrero de 2011

Ubuntu Soul


Cruzaba aquella esquina lúgrube, fría, inhabitada. Soló se escuchaba el repicar de mis tacones a cada paso, por las nebulosas calles de Manhattan. Cuando, de pronto, al pasar por delante de aquel particular garito, la oí. Oí aquella música que me impactó, y no pude sino más quedarme quieta, delante de la puerta, preguntándome de dónde habína salido aquellas voces. 
Me adentré en una especie de túnel, en otro mundo, en otra dimensión. Hasta que no las llegué a ver sobre el escenario, tuve que abrir dos puertas más envueltas en el humo del tabaco de los gansgters de medianoche. Mafiosos acompañados de sus "queridas", a cuál más perfecta, haciendo sus trapicheos e infundiendo el respeto que, en su religión, se merecen. Pero, en suma, víctimas también de aquella experiencia única, vivaz, versionada por tres voces femeninas y un grupo de chicas como instrumentalistas, que se habían propuesto poner el local patas arriba. Steve Wonder, Otis Redding, Wilson Pickett, Aretha Franklin... resucitaron entre esas cuatro paredes, a lo largo y ancho de esa noche de luna llena, que llenó el garito hasta rebentar.
Me quedé embobada  hasta el final de la actuación, hasta que dieron las gracias, hasta que repetieron la canción más aplaudida. Cuando reaccioné, me percaté de que no había prestado atención a los carteles en los que había plasmado su nombre: Ubuntu Soul. Grabé este nombre a fuego en mi memoria, sabía que aquello era el principio de algo grande.
Seis meses más tarde, a 10 grados bajo cero, conduciendo por la Quinta Avenida, la radio del coche presentaba en primicia a unas jóvenes promesas que sacaban disco. Como muchos, empezaron en garitos de la Gran Manzana, entre aplausos, entre almas perdidas que una noche cualquiera las descubrió; que una noche de luna llena apostó por ellas.

http://www.myspace.com/ubuntusoul
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MSM